Cómo ganar un caso por acoso laboral: paso a paso

El acoso en el trabajo es un fenómeno preocupantemente frecuente, cuyas consecuencias pueden ser devastadoras para las víctimas. A pesar de su extendida presencia, enfrentarse a este desafío en un tribunal y obtener una compensación justa puede ser un proceso lleno de obstáculos. Uno de los principales retos es la falta de pruebas contundentes, un factor crítico que a menudo inclina la balanza en estos casos legales.

Antes que nada, denuncia ante la inspección de trabajo

Antes de avanzar hacia acciones legales más complejas, como un juicio, es fundamental presentar una denuncia ante la inspección de trabajo. Esta denuncia constituye el primer paso para iniciar una investigación oficial sobre las condiciones laborales y el trato inapropiado en el lugar de trabajo. Además, se recomienda emprender esta acción lo más pronto posible.

Al denunciar ante la inspección de trabajo, se activa un proceso de revisión exhaustiva de las prácticas laborales de la empresa, con el objetivo de identificar y corregir cualquier forma de acoso o discriminación. Este paso inicial es crucial no solo para proteger tus propios derechos, sino también para contribuir a la creación de entornos laborales más seguros y justos para todos los empleados.

No subestimes el poder de presentar una denuncia ante la inspección de trabajo. Además de proteger tus intereses personales, estás contribuyendo a la promoción de un trabajo más saludable y respetuoso para todos. Recuerda que la denuncia ante la inspección de trabajo es un derecho fundamental respaldado por la ley, y su presentación puede marcar la diferencia en la lucha contra el bullying laboral.

Antes de dar el siguiente paso, es crucial que sepas cuando estás ante una situación de acoso laboral.

Inicia un procedimiento judicial: demanda por acoso laboral

Un trabajador puede iniciar un procedimiento judicial directamente, sin la necesidad de presentar una denuncia previa ante la inspección de trabajo. En la demanda relacionada con el acoso laboral, se demuestra que el empresario no ha cumplido con sus obligaciones contractuales. En este contexto, se puede recurrir al artículo 50 del Estatuto de los Trabajadores, que proporciona a los empleados el derecho de solicitar la extinción del contrato laboral debido a un incumplimiento grave por parte del empresario, con el correspondiente derecho a recibir una indemnización.

Iniciar un proceso judicial por acoso laboral implica varios pasos clave para defender tus derechos y buscar justicia. Comienza documentando con todo tipo de detalle cada incidente de acoso, incluyendo fechas, correos electrónicos, conversaciones o llamadas, informes médicos y testigos. Durante el proceso judicial, se intercambiará información y pruebas, y puede que necesites testificar. Ten en cuenta que, muchos casos se resuelven antes del juicio mediante acuerdos. Es importante considerar los plazos legales en este proceso, estos varían según la jurisdicción.

Por lo que te recomendamos la ayuda de un profesional especializado, en este caso un abogado laboral.

¿Qué puedes obtener si ganas un juicio de mobbing laboral?

Ganar un juicio por acoso laboral no solo abre la puerta a una indemnización económica significativa, que incluye compensaciones por daños y perjuicios emocionales, pérdida de ingresos futuros, y salarios atrasados en casos de despido injusto o renuncia forzada, sino que también puede llevar a la reinstalación en el puesto de trabajo. Esta reinstalación permite al empleado regresar a su posición original o a una equivalente, asegurando la continuidad de su carrera sin pérdida de antigüedad o beneficios. 

Además, el acoso laboral no solo se considera una falta grave en el ámbito civil y laboral, sino que también puede tener consecuencias penales para el acosador. Según el artículo 173.1 del Código Penal, el acoso laboral es reconocido como un delito que puede conllevar penas de prisión de seis meses hasta dos años para el acusado. Esta disposición demuestra la seriedad con la que el sistema legal trata el acoso laboral, reconociéndolo como una violación grave de los derechos individuales que puede afectar profundamente el bienestar psicológico y la carrera profesional de la víctima.