
Cómo identificar y actuar ante el acoso laboral
08/02/2024 · Actualizado: 16/07/2024

¿Qué es el acoso laboral?
El acoso laboral, conocido también como mobbing, es una conducta abusiva y dañina que se manifiesta en el entorno de trabajo. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) lo define como cualquier acción verbal o psicológica, sistemática y repetida, que se ejerce con el fin de humillar, ofender o amedrentar a una persona. Este tipo de violencia puede ser física, psicológica, sexual o económica, incluyendo la discriminación por género.
La gravedad del acoso laboral es tal que no solo afecta al bienestar emocional y a la salud mental del individuo, provocando estrés o depresión, sino que también puede desencadenar problemas físicos. Debido a sus consecuencias, representa un problema legal para los acosadores.
En España, el Código Penal, específicamente en su artículo 173.1, estipula que el trato degradante que menoscaba la integridad moral de un trabajador es un delito punible con penas de prisión de 6 meses a 2 años. Esta legislación pone de manifiesto el compromiso de proteger a los empleados de actos humillantes en el ámbito laboral.
Factores que definen el acoso laboral o mobbing
El acoso laboral es una conducta persistente y malintencionada en el trabajo que puede dañar la integridad y dignidad de la persona afectada. Se manifiesta en acciones sistemáticas y constantes de intimidación o humillación, y suele prolongarse durante meses.
Involucra al menos a un acosador y una víctima, y frecuentemente está relacionado con la jerarquía en la empresa. El objetivo es aislar y desmotivar a la víctima hasta que se sienta obligada a renunciar.
Este problema no solo afecta la salud mental y física del empleado, sino que también es considerado un problema de salud pública. Es fundamental que las empresas implementen medidas para prevenir y sancionar el acoso, promoviendo así un ambiente laboral sano y respetuoso.
¿Cómo identificar una situación de acoso laboral en el trabajo?
En algunas ocasiones, es difícil identificar si estás ante un caso de bullying laboral, dado que existen conflictos frutos de la naturaleza humana. Sin embargo, un conflicto laboral es un hecho puntual, el cual nace de un desacuerdo por algún aspecto del trabajo. En cualquier caso, se solucionan sin grandes dificultades y en todo momento existe un trato de respeto hacia los dos sentidos.
Estos son casos claros de mobbing laboral:
- Desvalorización del trabajo: una señal clara de acoso es la crítica constante y destructiva hacia el trabajo de una persona, tanto en privado como en público (delante de compañeros), lo que puede limitar su capacidad para realizar sus tareas con confianza y eficacia.
- Carga de trabajo injusta: esta puede ser tanto por la asignación de una carga de trabajo irreal con expectativas imposibles de cumplir, como la asignación muy por debajo de las funciones y capacidades de la víctima, con tal de denigrar profesional y personalmente.
- Aislamiento social: si un trabajador es constantemente ignorado, excluido de las reuniones o que sus contribuciones son sistemáticamente desestimadas, podría estar enfrentándose a una situación de mobbing.
- Falta de protección y seguridad: obligar a los empleados a realizar tareas sin las medidas de seguridad adecuadas puede ser una forma de acoso y pone en riesgo su bienestar.
- Comentarios despectivos: las burlas y chistes hirientes, ya sea en entornos públicos o privados, que abarcan temas personales y profesionales, pueden ser indicativos de un ambiente laboral tóxico.
Omisión de información: la omisión de datos relevantes para la ejecución de tareas, el aislamiento de un empleado de las reuniones de equipo o el bloqueo deliberado de la comunicación con compañeros, departamentos o clientes.
Formas de acoso en el trabajo
El bullying laboral adopta diversas formas según la dinámica entre el acosador y la víctima, así como los métodos usuales. El "bossing" o acoso vertical descendente, abusando de su poder un superior en la escala jerárquica, buscando en muchos casos forzar la renuncia de la víctima para evitar indemnizaciones. Por otro lado, el "acoso vertical ascendente" ocurre cuando los subordinados hostigan a sus superiores, mucho menos común que el caso anterior.
Cuando ocurre entre compañeros de igual rango, se denomina "acoso horizontal". Por otro lado, el "burnout" o síndrome de estar quemado puede manifestarse cuando un empleado se siente aburrido o sobrecargado, desplazado del equipo de trabajo o incluso apartado de sus funciones. Esto tiene efectos negativos a largo plazo en su bienestar emocional y físico.
Además, situaciones de violencia física o verbal, como la intimidación o el abuso sexual, representan un extremo del acoso laboral. Es vital que los trabajadores comprendan estas dinámicas y busquen recursos para enfrentarlas adecuadamente.

Cómo actuar ante el acoso laboral; consejos para el trabajador
Cuando un empleado se enfrenta al mobbing laboral, es crucial seguir un protocolo de acoso laboral para proteger sus derechos y preservar su empleo. Estos son los pasos clave que pueden ayudar:
- Revisar el Protocolo: Consultar el protocolo de la empresa si existiese sobre cómo abordar casos de acoso laboral o violencia.
- Informar a los Representantes Laborales: comunicar la situación al representante sindical o a los delegados de prevención de riesgos laborales.
- Recurrir al Comité de Seguridad y Salud: Informar al Comité de Seguridad y Salud de la compañía para buscar apoyo y asesoramiento.
- Notificar a la Dirección: Informar a la dirección de la empresa sobre los incidentes de acoso que se están dando en el entorno laboral.
- Denunciar ante la Inspección de Trabajo: Presentar una denuncia formal ante la Inspección de Trabajo para que se investiguen los hechos.
Acciones Legales: Iniciar acciones legales, ya sea mediante procedimientos penales, civiles o contencioso-administrativos, según corresponda. Esto puede incluir la presentación de pruebas como mensajes de texto, llamadas o testimonios de testigos para respaldar las denuncias.
¿Qué puede exigir una víctima de acoso laboral?
Las víctimas de acoso en el ámbito laboral están amparadas por la ley para exigir ciertas reivindicaciones. Si el empleado decide permanecer en la empresa y el acoso no cesa, puede solicitar la terminación de su contrato laboral, implicando que la empresa debe realizar un despido indemnizado, reconociendo así el daño causado y compensándolo adecuadamente.
En caso de haber sido despedido, el empleado tiene el derecho de impugnar esta acción ante las autoridades competentes, exigiendo que se invalide el despido y se le restituya en su puesto de trabajo con las mismas condiciones laborales que disfrutaba antes del incidente.
Además, la ley prevé que todo empleado en esta situación puede reclamar una compensación por los daños morales y psicológicos sufridos, puesto que el acoso laboral atenta contra los derechos fundamentales del individuo y su estabilidad emocional.
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